O estudo trata da possível influência do pensamento cristão sobre a sociedade à época, não obstante a afirmação da escritora Simone WEIL, na obra “Carta a um religioso”, de que o advento do Cristianismo não provocou mudanças consideráveis no comportamento humano. A metodologia para tanto utilizada foi a revisão bibliográfica, de forma que o investigador se orientou por fontes primárias e secundárias, a fim de verificar a plausibilidade da hipótese. Ademais, o desenvolvimento da pesquisa foi motivado pelo interesse de demonstrar que a assertiva da renomada escritora parece destoar de ilações a que outros estudiosos chegaram acerca do assunto, inclusive no que tange a repercussões no campo jurídico. Há bons argumentos de ambos os lados. Entretanto, parte-se do raciocínio de que, se o Cristianismo não representou verdadeiro divisor de águas, ao menos lançou, entre outros fatores, bases para a formação de um pensamento mais comunitário. Afinal, há quem diga que, por meio dele, veio abaixo a filosofia de ódio ao estrangeiro; que a aproximação entre os povos se tornou mais factível; bem como que o Direito se modificou e se aproximou mais da noção de equidade, passando a inspirar suas regras mais na consciência humana e na concepção do justo, sem perder de vista os passos da moral e a evolução dos reclamos sociais. Dado o exposto, disponibilizam-se à classe acadêmica e a quem mais se interesse argumentos para a compreensão do tema, na tentativa de lançar algumas luzes sobre ele.
El estudio trata de la posible influencia del pensamiento cristiano en la sociedad de la época, a pesar de la afirmación de la escritora Simone WEIL, en la obra "Carta a un religioso", de que la llegada del cristianismo no provocó cambios considerables en el comportamiento humano. La metodología utilizada para tal fin fue la revisión bibliográfica, de manera que el investigador se guió por fuentes primarias y secundarias, con el fin de verificar la plausibilidad de la hipótesis. Además, el desarrollo de la investigación estuvo motivado por el interés en demostrar que la aseveración de la reconocida escritora parece contradecir las conclusiones a las que llegan otros estudiosos sobre el tema, incluso en lo que respecta a las repercusiones en el ámbito jurídico. Hay buenos argumentos en ambos lados. Sin embargo, se basa en el razonamiento de que, si el cristianismo no representó un verdadero hito, al menos sentó, entre otros factores, las bases para la formación de un pensamiento más comunitario. Después de todo, algunos dicen que, a través de él, descendió la filosofía del odio a los extranjeros; que la aproximación entre pueblos se ha hecho más factible; así como que el Derecho cambió y se acercó a la noción de equidad, comenzando a inspirar más sus reglas en la conciencia humana y en la concepción de lo justo, sin perder de vista los pasos de la moral y la evolución de las reivindicaciones sociales. Por lo tanto, están a disposición de la clase académica y de aquellos más que estén interesados argumentos para comprender el tema, en un intento de arrojar algo de luz sobre el mismo
