En este artículo analizamos los conocimientos espacio-geométricos que movilizan alumnos de primaria al hacer configuraciones con el tangram, a partir de la observación de dieciocho clases en un grupo de quinto grado de primaria de una escuela pública de laCiudad de México. Mostramos que esta actividad genera el despliegue de numerosas hipótesis, su puesta a prueba y a veces reelaboración por parte de los alumnos. En este proceso, se potencian también las interacciones entre pares, que a su vez enriquecen la interacción con la tarea. Concluimos apoyando la postura de que el aprendizaje de las figuras geométricas necesariamente requiere trabajo simultáneo con distintos tipos de figuras manipulables, pues ello permite, por contraste, reparar en las características de cada una de ellas.