This
article explores the connections between crime and space. Crime
can be described as ‘the violation of a legal code’ but this does not
undermine the fact that the legal codes they are themselves
culturally, geographically and historically specific. Both crime and
the criminal law are social constructions. The geographers have
been especially interested in the connections between crime and
space: crime has multiple and variable relations with space.
Contemporary geography is interested in the interrogation of the
space as materiality as well as space produced by social practices.
Fear of the crime has been identified as a problem of its own. As
crime, fear also has spatial dimensions. Fear cannot be considered
to be simply a response to the crime, but understood in a wider
context of life. Fear is a socially produced. Fear is deeply related to
race, class, age – and especially to gender. Fear modifies urban
development: both in housing areas and in public urban space. The
regulation of public space is also a marginalization process. Social
integration and the solidarity are replaced by segregation and zero
tolerance. Recently, global tense relations and local insecurities have
been tied together in a new way. This can be described as
‘globalization of fear’.
Este artÃculo explora las conexiones entre delito y espacio. El delito
puede ser descrito como ‘la violación de un código legal’ pero esto
no mina el hecho de que los códigos legales ellos mismos son
culturalmente, geográficamente e históricamente especÃficos. Tanto
el delito como el derecho penal son construcciones sociales. Los
geógrafos han estado expresamente interesados en las conexiones
entre delito y espacio: el delito tiene relaciones múltiples y variables
con el espacio. La geografÃa contemporánea está interesada en la
interrogación del espacio como materialidad asà como espacio
producido por prácticas sociales. El miedo al delito ha sido
identificado como un problema en sà mismo. Como el delito, el
miedo también tiene dimensiones espaciales. El miedo no puede ser
considerado simplemente como una respuesta al delito, pero debe
ser entendido en un contexto más amplio de la vida. El miedo tiene
una realidad socialmente producida. El miedo está profundamente
relacionado con la raza, la clase, la edad – y sobre todo con el
género. El miedo afecta la forma del desarrollo urbano: tanto en el
desarrollo de áreas de alojamiento como en espacio urbano público.
La regulación del espacio público también es un proceso de
marginalización. La integración social y la solidaridad son
sustituidas por segregación y tolerancia cero. Recientemente, las
relaciones tensas globales y las inseguridades locales son unidas de
un nuevo modo. Esto puede ser descrito como ‘la globalización del
miedo’.