La Carta de Naciones Unidas introdujo en el orden internacional una nueva institución de legitimación del poder,
al imponer obligaciones jurídicas a los Estados que revalidan la existencia de intereses colectivos susceptibles de protección. Los derechos inherentes a la dignidad humana, alcanzan virtualidad jurídica a través del Derecho Internacional de los Derech os Humanos que exhibe un catálogo de normas imperativas, que imponen a los Estados obligaciones erga omnes mediante el compromiso de adoptar medidas educativas, legislativas, administrativas, económicas, sociales, y judiciales.