Desde la oralidad a la imagen en movimiento, el ser humano ha intentado dar respuesta a su necesidad innata de expresión. El cine ha canalizado esa necesidad y desde su nacimiento representa una fuente documental imprescindible para observar los cambios sociales; por eso supone una herramienta didáctica de primer orden al permitirnos analizar valores, ideas, actitudes o comportamientos en diversos ámbitos profesionales. Y en ese sentido, nos aporta información relevante sobre la problemática educativa a través de sus diferentes agentes en múltiples contextos culturales y geográficos. El trabajo que se presenta centra su atención en el relato de la exclusión social en el contexto escolar tomando como referencia diez películas de este comienzo de siglo.