Estudios recientes discuten la relación entre consumo cultural y reproducción social en el contexto de la modernidad tardÃa (Featherstone, Pascal-Daloz, DiMaggio, Chan & Goldthorpe, Van Eijk, DiMaggio, Coulangeon, Sassatelli) desde la clásica teorÃa de la homologÃa planteada por Pierre Bourdieu en “La Distinción†a las teorÃas de la individualización (Giddens, Bauman) y en su versión más radical, la noción de omnivoridad de Richard Peterson. En ese contexto, los debates recientes revisitan la relación entre gustos y desigualdad social cuestionando perspectivas clásicas como la de la denominada “homologÃa cultural†(Bourdieu) que plantea una relación estrecha entre gustos, prácticas de consumo y estilos de vida cultural en relación a las clases sociales frente a teorÃas más recientes basadas en los procesos de creciente individualización de las trayectorias biográficas y las opciones culturales que plantean en su versión extrema la transformación de las clases dominantes/élites en consumidores omnÃvoros (Peterson), donde se diluyen –o se alivianan- las barreras simbólicas de jerarquización y distinción en relación al gusto popular para la definición del valor cultural y artÃstico. En el ámbito latinoamericano, destacados investigadores (GarcÃa Canclini, MartÃn Barbero, Ortiz, Achugar, Sarlo) remarcan la conformación de identidades sociales “hÃbridas†o sincréticas en las que se disputan expresiones tradicionales y vanguardistas, elitistas y populares, cosmopolitas y parroquiales, remarcando el lugar de la desigualdad para pensar especÃficamente estas relaciones (Sunkel, Gayo Cal, Wortman entre otros). Este artÃculo se propone explorar la discusión sobre la relación entre consumo cultural y desigualdad social desde el Cono Sur latinoamericano a partir de la complejidad de la hibridez cultural para la conformación de los gustos y usos sociales de la cultura.