La reforma electoral de 2007 en México dio como resultado el modelo de comunicación política vigente en la actualidad, en el cual se dictaminó que el hoy Instituto Nacional Electoral INE, fuera el único órgano encargado de administrar los tiempos del Estado a partidos políticos en medios de comunicación. Dicho modelo comunicativo consistía en la distribución de un gran número de spots en radio y televisión con base en un 30 % de manera igualitaria por cada partido político y un 70 % conforme a la elección de diputados federales inmediata anterior. No obstante, esta práctica ha generado mucha discusión, pues diversas voces han considerado que no está dando los resultados esperados, puesto que los objetivos de contribuir al fortalecimiento democrático de México no se han cumplido, o bien simplemente no se está transmitiendo a la ciudadanía las diferentes alternativas políticas por las cuales podría votar. Toda vez que la sociedad mexicana no reporta una buena aceptación hacia los actores políticos, como los candidatos y sus partidos políticos, lo cual quedó evidenciado en los comicios federales presidenciales de 2012.