Entre 1973 y 1975, la organización político-militar más grande de México, la Liga Comunista 23 de Septiembre, buscó construir un foco guerrillero en la Sierra Tarahumara, en la frontera de los estados de Sonora y Chihuahua. Este artículo busca problematizar la implementación de un proyecto guerrillero rural por parte de una organización urbana, alejándose de las interpretaciones reduccionistas y deterministas presentes en amplios sectores de la literatura académica. Asimismo, busca insertar las propuestas teóricas de dicho grupo en el debate continental en torno a la implementación de la violencia política por parte de organizaciones de izquierda durante las décadas de los sesenta y setenta del siglo XX.
Between 1973 and 1975, the largest political-military organization in modern Mexico, the September 23rd Communist League, sought to build a guerrilla foco in the Sierra Tarahumara on the border of the states of Sonora and Chihuahua. This article seeks to problematize the implementation of a rural guerrilla project by an urban organization, moving away from the reductionist and deterministic interpretations present in broad sectors of academic literature. Likewise, it seeks to insert the theoretical proposals of said group into the continental debate around the implementation of political violence by leftist organizations during the sixties and seventies of the 20th century.