Entre 1885 e 1925, cerca de quarenta instituições de ensino anarquistas surgiram no Brasil e até uma experiência de ensino superior, a Universidade Popular de Ensino (Livre), no Rio de Janeiro.” (DAMIRO, 2009). Contrapondo os interesses do Estado e a Pedagogia tradicional que prevalecia o trabalho de memorização, provas, concursos e competição, a educação anarquista inspirada pelo método racionalista criado pelo espanhol Francisco Ferrer y Guardia (1859-1909), fundador da Escola Moderna de Barcelona. Na qual a criança é protagonista do processo educativo e o docente fica responsável por contextualizar através da teoria e prática. A educação não pode se isentar da sua responsabilidade política, fomentando a consciência crítica do aluno, sobretudo aos valores humanitários e antiestatais. Por meio de currículos nada ortodoxos as escolas anarquistas brasileiras traziam consigo disciplinas regulares, além de artes e jornadas cientificas, inseria-se também a educação políticas, no sentido de aproximar os alunos ás questões operárias e de datas históricas para o movimento anarquista. Através dessas lutas constantes pela educação também fundaram bibliotecas, centros de estudos e cultura, circulação de jornais, periódicos.
Entre 1885 y 1925, cerca de cuarenta instituciones de enseñanza anarquistas surgieron en Brasil e incluso una experiencia de enseñanza superior, la Universidad Popular de Enseñanza (Libre), en Río de Janeiro. "(DAMIRO, 2009). En el marco de la reflexión y de la reflexión, se trata de una reflexión sobre el tema de la reflexión y de la reflexión. En la cual el niño es protagonista del proceso educativo y el docente es responsable de contextualizar a través de la teoría y la práctica. La educación no puede eximirse de su responsabilidad política, fomentando la conciencia crítica del alumno, sobre todo a los valores humanitarios y antiestadales. Por medio de currículos nada ortodoxos las escuelas anarquistas brasileñas traían consigo disciplinas regulares, además de artes y jornadas científicas, se inserta también la educación política, en el sentido de aproximar a los alumnos a las cuestiones obreras y de fechas históricas para el movimiento anarquista. A través de esas luchas constantes por la educación también fundaron bibliotecas, centros de estudios y cultura, circulación de periódicos.