Este artículo da cuenta de los orígenes de las actuales prácticas rituales masivas y espirituales que tienen lugar en dos de los principales sitios arqueológicos de México, Teotihuacán y Chichen-Itzá, elegidos como casos de estudio que muestran pautas comunes y contrastes respecto a la gestión gubernamental del patrimonio y las tensiones generadas entre los distintos actores y distintas lógicas y enfoques involucrados. En Teotihuacán, lugar de eventos claves del nacionalismo cultural, el movimiento cultural de la mexicanidad y el sentido esotérico; y Chichen-Itzá enclavado en la zona maya donde convergieron las redes globales de espiritualidades vinculadas con la Nueva Era con los circuitos de neomexicanidad. Mediante entrevistas y seguimiento bibliográfico a líderes espirituales que han innovado ritualmente con sus proyectos culturales de corte esotérico, newager, de mexicanidad (indianista), de neomexicanidad y de neopaganismo se reconstruyen los distintos proyectos que definieron a las zonas arqueológicas como lugares sagrados en la red de espiritualidad alternativa global. Se pone atención especial a la manera en que las zonas arqueológicas se han convertido en arenas de disputa por el sentido del patrimonio donde convergen distintos agentes (el INAH, UNESCO, agencias turísticas, líderes espirituales de la mexicanidad, indígenas, guardianes de la tradición local y gurús de la Nueva Era) que buscan redefinir y gestionar su memoria, su identidad, su significado y su uso.