En el marco del desarrollo sostenible hay una tendencia a vincular el privilegio del
medio ambiente con el biocentrismo y la sociedad con el antropocentrismo, sin darse
cuenta de la verdadera esencia de éstas versiones y la existencia de otras. Desde
el antropocentrismo es válida la satisfacción de intereses básicos y de necesidades
vitales del hombre, evitando o reduciendo el daño a la naturaleza. Por su parte, el
biocentrismo pretende el reconocimiento del valor intrÃnseco de las especies, permitiendo
el uso de la naturaleza pero no su explotación o la dominación. Si bien
el biocentrismo se soporta fundamentalmente en la ética y el antropocentrismo en
la polÃtica, no se puede negar que las dos versiones tienen amplia relación con las
tradiciones ideológicas