Trata-se de uma reflexão teológico-pastoral. A questão de fundo é como
comunicar a fé em Jesus Cristo e sua salvação a um mundo secularizado e/ou
pluralista. Está baseada em uma teologia da criação atrelada a uma teologia
da salvação, bem como de um conceito mais abrangente de revelação e a
consequente acolhida do ser humano, considerando que Deus age em todas as
culturas. No entanto, a cultura não tem capacidade de expressar por si mesma
essa ação salvÃfica, necessitando descobrir no cultural a referência a Deus. O
texto busca sustentar uma teologia simultaneamente do diálogo e do anúncio.
Assume a universalidade da salvação e da obra do EspÃrito Santo em todas
as culturas, mas não a desvincula da tradição judaico-cristã. No encontro de
culturas, uma aporta à outra, e todas são alteradas. Além disso, todo encontro
de culturas é também um encontro de religiões. Inculturar a fé cristã é também
dialogar com outras religiões. Nesse sentido, a prática missionária deve
voltar-se para descobrir Jesus Cristo nos diferentes povos, a partir do EspÃrito
de Cristo. A atitude fundamental (sair-de-si-próprio) abre novos horizontes e
possibilita emergir um Cristo que convida à conversão em cada povo (etnia),
falando sua linguagem e expressando-se como eles.
Se trata de una reflexión teológico-pastoral. La lÃnea de fondo es cómo
comunicar la fe en Jesucristo y su salvación a un mundo secularizado y/o
pluralista. Se basa en una teologÃa de la creación unida a una teologÃa de la
salvación, asà como un concepto más amplio de la revelación y la posterior
aceptación del ser humano, mientras que Dios obra en todas las culturas. Sin
embargo, la cultura no es capaz de expresar esta acción salvÃfica, que requiere
descubrir la referencia a Dios en lo cultural. El texto tiene como objetivo
apoyar al mismo tiempo una teologÃa del diálogo y la proclamación. Asume
la universalidad de la salvación y el EspÃritu Santo en todas las culturas, pero
requiere la tradición judeo-cristiana. En el encuentro de las culturas, una
aporta a la otra, y todas cambian. Además, cada encuentro de culturas, es
también un encuentro de las religiones. Inculturar la fe cristiana, es también
dialogar con otras religiones. En este sentido, la práctica misionera debe
descubrir Jesucristo en distintas culturas, desde el EspÃritu, que es el de Cristo.
La actitud básica (salir-de-uno-mismo) abre nuevos horizontes y permite la
aparición de un Cristo que invita a la gente a la conversión en cada grupo
étnico, hablando su lengua y expresándose como ellos.