In this article we expose the thesis that despite the efforts done from good laws and good
Academy to explain the processes that today are related to that vision of a world for all,
those efforts are still far from understanding the situation of ordinary people and everyday
life. That the life of a man or a common woman, it is inseparable from their migrant status
and, however, against this so natural that it should be as free condition, we have a world
full of borders that separate us and do not allow us to create true peaceful coexistence. We
want to say with this law and the Constitution of a country such as Costa Rica, they are
really wonderful texts of respect for the citizen here or anywhere in the world; but many
times the official discourse point to society or life models are not necessarily in the sights
of the citizens of countries such as the third world in general. Faced with the speech of the
nation-State and its laws, and good critical theory, still there are a space of lack of
communication that should be transformed into a space that will help the everyday good
live of humanity. This article is just a reflection with respect to the above-mentioned
contradictions, and we will put them in evidence with very simple examples of the concrete
life of the Nicaraguan immigrant who comes to live and work to Costa Rica.
En este artÃculo expondremos la tesis de que pese al esfuerzo que se hace desde las buenas
leyes y la buena academia para explicar los procesos que hoy están relacionados con esa
visión de un mundo para todos, todavÃa estamos lejos de comprender la situación del
ciudadano común y su vida cotidiana. Y que la vida de un hombre o una mujer común, es
inseparable de su condición de migrante y, sin embargo, frente a esta condición tan
natural, que deberÃa de ser tan libre, tenemos un mundo lleno de fronteras que nos separan
y no nos permiten crear verdaderos espacios de convivencia pacÃfica.
Queremos decir con esto que las leyes y la Constitución PolÃtica de un paÃs como Costa
Rica, presentan textos realmente maravillosos de respeto por el ciudadano de aquà o de
cualquier parte del mundo; pero muchas veces el discurso oficial apuntan hacia modelos de
sociedad o de vida que no necesariamente están en la mira de los ciudadanos de paÃses
como los del tercer mundo en general. Frente al discurso del estado-nación y sus leyes, y la
buena teorÃa crÃtica, aun queda un espacio de incomunicación que deberÃa transformarse en
un espacio que ayude al buen vivir cotidiano de la humanidad. Este artÃculo es simplemente
una reflexión respecto de las contradicciones arriba señaladas, y las pondremos en
evidencia con ejemplos muy simples de la vida concreta del inmigrante nicaragüense que
llega a vivir y a trabajar a Costa Rica.