En las últimas décadas del siglo XX en América Latina, la llegada del neoliberalismo, particularmente, a los países de la zona andina en Sudamérica, ha facilitado las condiciones para la imposición e incremento significativo de grandes proyectos de extracción minera, fomentados y avalados por organismos financieros internacionales, gobiernos de los países y empresas transnacionales, que dicen promover el crecimiento económico, el “desarrollo” y el “progreso”. Sin embargo, estos megaproyectos afectan la autonomía de las comunidades campesinas y pueblos originarios sobre sus territorios y ponen en riesgo sus formas de reproducir la vida. Desde una perspectiva decolonial y a partir del estudio de los casos: Quimsacocha en Ecuador y Conga en el Perú, se analiza la emergencia de diversos modos de resistencia indígena/campesina como el “Sumak Kawsay” o “Buen Vivir”, que cuestiona al modelo capitalista y propone otras formas de reproducción y convivencia.