Durante las décadas de los años ochenta y noventa del siglo XX, emerge en Colombia el pensamiento educativo de la diáspora africana aplicado en los territorios ancestrales como iniciativa de líderes jóvenes y maestros, activistas del movimiento social, quienes generaron un debate nacional para cuestionar el proyecto educativo del Estado en cuanto política de invisibilización de las epistemologías propias de los pueblos negros. Las experiencias educativas surgidas en este debate beben en la fuente de los intelectuales afrocolombianos pioneros del pensamiento crítico de la educación estatal (Manuel Zapata Olivella, Diego Luis Córdoba, Rogerio Velásquez, entre otros); y se destacan por coincidir en el propósito de descolonización de la pedagogía y al mismo tiempo por la construcción de modelos educativos que reivindican los valores, la territorialidad, la Cultura y la autonomía de las comunidades negras en distintos lugares del país.