O padre Ibiapina entendeu a morte, sobretudo, a partir de reflexões sobre a vida. Desse exercício resultaram textos que nos aproximam das ideias religiosas que ele passou a evidenciar por meio do compromisso firmado eclesiasticamente. O sinônimo disso era a adesão religiosa ao catolicismo, que no século XIX correspondia à oficialidade e, portanto, o poder acima dos conflitos sociais, cujas penalidades incidiram sobre a vida dele e de seus parentes. Por esse motivo, objetivamos analisar como a expressão religiosa em torno dele foi entendida, já que ao se deparar com a morte trouxe à tona através de narrativas que o desconstroem enquanto mito. Dito isto, evidencia-se a importância do entendimento da religião como um objeto específico em que o desenvolvimento das crenças está diretamente associado às condições históricas que as gerou. Para isso, nos reportaremos aos estudos metodológicos da História das Religiões, que nos ajudam a pensar a religião, e transversalmente a morte, como um elemento que permite o sujeito relacionar-se mais abertamente com a vida.
El padre Ibiapina entendió la muerte, sobre todo, a partir de reflexiones sobre la vida. De ese ejercicio resultaron textos que nos acercan a las ideas religiosas que él pasó a evidenciar por medio del compromiso firmado eclesiésticamente. El sinónimo de eso era la adhesión religiosa al catolicismo, que en el siglo XIX correspondía a la oficialidad y, por lo tanto, el poder por encima de los conflictos sociales, cuyas sanciones se referían a su vida y sus parientes. Por ese motivo, objetivamos analizar cómo la expresión religiosa en torno a él fue entendida, ya que al encontrarse con la muerte trajo a la luz a través de narrativas que lo deshacen como mito. Dicho esto, se evidencia la importancia del entendimiento de la religión como un objeto específico en el que el desarrollo de las creencias está directamente asociado a las condiciones históricas que las generó. Para ello, nos referiremos a los estudios metodológicos de la Historia de las Religiones, que nos ayudan a pensar la religión, ya través de la muerte, como un elemento que permite al sujeto relacionarse más abiertamente con la vida.
