Este articulo reflexiona sobre la relación que se da entre dos conceptos: objeto y
memoria. Aborda el objeto no sólo desde la manipulación sino desde el vinculo que se establece con el sujeto cuando ella es activadora de memorias. El objeto es abordado desde su autonomía y con relación al artista que con él trabaja. El objeto como portador de memorias es analizado en esa zona liminal entre teatro de objetos y performance. Esta reflexión se acompaña del pensamiento de artistas/investigadoras, entre las que se destacan Violeta Luna, Ana Amaral y Ana Alvarado. El abordaje se realiza desde la perspectiva de una nieta de inmigrantes, como portadora de memorias en disputa.