A lo largo de las últimas décadas la arqueología y sus alcances de estudio se han visto modificados al ampliar sus investigaciones a los diversos legados edificados para el desarrollo de las diversas industrias que han formado espacios de desarrollo para las sociedades humanas en diversas comunidades y giros de manufactura. En esta directriz epistémica también las definiciones del patrimonio cultural y sus marcos legales se han ampliado a manera de buscar la preservación de diversos lugares de memoria colectiva creados a partir de la industrialización. Las últimas tres décadas del siglo XX fueron un punto clave para el desarrollo de las epistemes a priori del estudio de los patrimonios industriales mediante el uso de las técnicas de la arqueología, lo anterior permitió conocer de manera ordenada el papel del progreso de la llamada modernidad. Aunado a lo anterior se integraron a los programas internacionales de protección de acervos culturales al ser integrados en cartas culturales de la UNESCO y el TICCIH (Comité internacional para la Conservación del Patrimonio Industrial). El presente artículo aborda el caso de la restauración del patrimonio ferroviario ubicado en la estación del ramal Oriental- Teziutlán en la sierra nororiental del estado de Puebla, el cual dio servicio durante 93 años y los procesos de su rescate con la finalidad de ser reapropiado por sus legítimos herederos la sociedad. Al mismo tiempo se abordan los movimientos sociales que permearon en los procesos de rehabilitación y manejo con fines sociales.