En el otoño de 2015, un año antes de que Donald Trump se convirtiera en el presidente de Estados Unidos, Jimmy Morales, un cristiano evangélico, ganó las elecciones presidenciales en Guatemala. Este artículo examina el activismo político-religioso, las redes transnacionalmente activas y el impacto de la derecha cristiana entre los dos países. Además, se analiza la influencia del sionismo cristiano dentro de este activismo y estas redes. Tres ejemplos sirven para ilustrar las complejidades en juego. Primero, se analiza el impacto de la “Mexico City Policy” en Guatemala, una directiva estadounidense también llamada por sus críticos “ley Mordaza Global”. El segundo ejemplo aborda la Iniciativa 5272, que busca aprobar la “Ley Para la Protección de la Vida y la Familia”. El tercer ejemplo abarca la decisión de Morales de trasladar la embajada guatemalteca de Tel Aviv a Jerusalén, poco después de que los Estados Unidos lo hiciera. El artículo concluye que con las administraciones Trump y Morales la separación Iglesia-Estado se disuelve y la llamada “guerra cultural” es introducida en el ámbito político y legislativo a través de actores evangélicos en ambos países, un fenómeno que significa graves retrocesos para los derechos humanos, especialmente para las mujeres y las personas LGTBQIA+.