O envelhecimento populacional e o aumento das doenças crônicas impõem desafios significativos à atenção em saúde, sobretudo no contexto dos cuidados paliativos. Neste cenário, as Diretivas Antecipadas de Vontade (DAV) se apresentam como instrumentos fundamentais para garantir a autonomia da pessoa idosa diante de situações de vulnerabilidade e terminalidade da vida. Este estudo, de natureza teórica e abordagem exploratória-descritiva, teve como objetivo analisar como as DAV promovem o exercício da autonomia da pessoa idosa em cuidados paliativos. A partir de revisão bibliográfica e análise de conteúdo, identificou-se que as DAV favorecem a participação ativa do idoso nas decisões sobre seus cuidados, assegurando o respeito à sua dignidade e singularidade mesmo diante da perda de capacidade decisória. A efetividade das DAV depende da atuação de equipes interdisciplinares, da qualificação dos profissionais de saúde e de políticas públicas que reconheçam o envelhecimento como um processo complexo e relacional. Conclui-se que as DAV são instrumentos éticos e jurídicos essenciais para a promoção de um cuidado paliativo centrado na pessoa e orientado pela sua vontade.
Population aging and the increase in chronic diseases pose significant challenges to healthcare, especially in the context of palliative care. In this scenario, Advance Care Directives (ACDs)emerge as fundamental instruments to ensure the autonomy of older adults when facing situations of vulnerability and end-of-life decisions. The study, conducted in June and July 2025, employed a narrative literature review method. Based on a search of the SciELO, PePSIC, and PubMED databases, eight articles were selected to compose the corpus of analysis. The results revealed that the early development of advance directives, particularly in the initial stages of chronic illnesses, promotes more informed decision-making and strengthens communication between patients, families, and healthcare teams. It was also observed that factors such as social support, qualified listening, and interdisciplinary practices are crucial for ensuring that the preferences of older adults are effectively implemented. Moreover, advance directives encourage the active participation of the elderly in decisions about their care, ensuring respect for their dignity and individuality, even in cases where decision-making capacity is lost.However, institutional challenges—such as rigid routines in long-term care facilities—and the lack of professional training still hinder their effective implementation. It is concluded that this instrument not only formalizes the will of older adults but also highlights the need for structural and policy changes to ensure person-centered palliative care, guaranteeing that their preferences are respected at all stages of the care process. Advance care directives significantly contribute to promoting autonomy among older adults in palliative care while reinforcing their dignity and protagonism in situations of vulnerability and life-threatening illnesses. Furthermore, it is recommended that future research be carried out to enhance professional practices and strengthen the recognition and value of these directives in the context of aging and palliative care.
El envejecimiento poblacional y el aumento de las enfermedades crónicas plantean desafíos significativos para la atención sanitaria, especialmente en el contexto de los cuidados paliativos. En este escenario, las Directrices Anticipadas de Voluntad (DAV)surgen como instrumentos fundamentales para garantizar la autonomía de las personas mayores ante situaciones de vulnerabilidad y decisiones relacionadas con el final de la vida. El estudio, realizado durante junio y julio de 2025, empleó el método de revisión narrativa de la literatura. A partir de la búsqueda en las bases de datos SciELO, PePSIC y PubMED, se seleccionaron ocho artículos que conformaron el corpus de análisis.Los resultados revelaron que la elaboración temprana de estas directrices, particularmente en las etapas iniciales de enfermedades crónicas, favorece una toma de decisiones más informada y fortalece la comunicaciónentre pacientes, familias y equipos de salud. Asimismo, se observó que factores como el apoyo social, la escucha cualificada y las prácticas interdisciplinarias son determinantes para garantizar que las preferencias de las personas mayores se apliquen de manera efectiva. Además, estas directrices fomentan la participación activa de los adultos mayores en las decisiones sobre su cuidado, asegurando el respeto a su dignidad e individualidad, incluso en casos donde se pierde la capacidad de decisión.Sin embargo, persisten desafíos institucionales —como las rutinas rígidas en instituciones de atención a largo plazo—y la falta de capacitación profesional, que dificultan su implementación efectiva. Se concluye que este instrumento no solo formaliza la voluntad de las personas mayores, sino que también pone de relieve la necesidad de cambios estructurales y políticos que aseguren un cuidado paliativo centrado en la persona, garantizando que sus preferencias sean respetadas en todas las etapas del proceso de atención. Las directrices anticipadas de voluntad contribuyen de manera significativa a la promoción de la autonomía de los adultos mayores en cuidados paliativos, al tiempo que refuerzan su dignidad y protagonismo frente a situaciones de vulnerabilidad y enfermedades que amenazan la vida. Asimismo, se recomienda el desarrollo de futuras investigaciones que permitan perfeccionar las prácticas profesionales y fortalecer el reconocimiento y la valorización de estas directrices en el contexto del envejecimiento y los cuidados paliativos.