Chile, que posee la mayor tasa carcelaria de Latinoamérica ha implementado una
polÃtica antidelincuencia basada en la represión policial y no en la prevención o
integración, en un sistema de derecho centrado en las penas, con polÃticas de estado
coordinadas solo en la lógica del enemigo interno pero no para la integración social.
Atraviesa estas polÃticas un discurso centrado en el miedo y el enemigo interno, sin
mayores diferencias entre los bloques polÃticos. Una polÃtica diferente a la larga
estrategia post dictadura del delincuente como enemigo debe centrarse en la ciudadanÃa activa, los derechos humanos y la integración social, lejos de discursos y prácticas represivas