The conflict in Somalia has been one of the most complex to analyze because of the particularities of clan and inter-clan relations within its society. The country has experienced a long period of political instability as a result of the intensification of the civil war that had its expression in such clan differences, which led to the balkanization or "disintegration" of Somalia following the emergence of autonomous "states". In this context, Al Shabaab came to play a crucial role. This terrorist organization has been active since 2010 and operates in the rural areas of south-central Somalia. Since 2012, there has been a gradual return to institutionality, with the holding of two elections that have taken into account these particularities of Somali society. The aim of this paper is to demonstrate how a gradual and weak process of restructuring of political institutionality has been achieved in Somalia, based on a relative balance of power and political stabilization, despite security problems such as terrorism and inter-clan contradictions.
El conflicto en Somalia ha sido uno de los más complejos de analizar por las particularidades de las relaciones clánicas e interclánicas dentro de su sociedad. El país ha experimentado un largo período de inestabilidad política como resultado de la agudización de la guerra civil que tuvo su expresión en dichas diferencias clánicas, lo que llevó a la balcanización o "desintegración" de Somalia tras el surgimiento de "estados" autónomos. En este contexto, entró a jugar un papel crucial Al Shabaab. Dicha organización terrorista se ha mantenido activa desde 2010 y opera en las zonas rurales del centro-sur del país. A partir de 2012, se ha experimentado un paulatino retorno a la institucionalidad, con la celebración de dos procesos eleccionarios que han tenido en cuenta dichas particularidades de la sociedad somalí. El objetivo del presente trabajo es demostrar cómo se ha logrado un paulatino y débil proceso de restructuración de la institucionalidad política en Somalia, a partir de un relativo equilibrio de poder y de estabilización política, pese a los problemas de seguridad, como el terrorismo y las contradicciones interclánicas.