This article proposes to address some of the functions of the prosecutor in oral proceedings. It addresses certain issues that we consider to be insignificant in its preparation and to implement views with some flexibility, which does not mean that they are entirely new, but from praxis looking from a renewed perspective. Prosecutors tra-ditionally confront oral judgment according to individual preparation that each one has and he relied heavily on knowledge of the summary or preparatory phase of the oral judgment, considering that domi-nance is the supreme key to success, which is not entirely distant of reality, but not enough needs scientific strategies and knowledge. The stage of the debate in the oral proceedings takes place, among other procedures, on the basis of the practice of the evidence proposed by the parties and this supposes that a successive rearrangement of the theses of both parties occurs constantly, because new elements of evidence appear that substitute already existing ones and Logically they also replace the previous criterion of the judges with a new one, which in turn can be replaced by a new one depending on the circumstances of the perception.
Este artículo se propone abordar algunas de las funciones del fiscal en los juicios orales. Trata determinadas cuestiones que consi-deramos endebles en su preparación y desplegar puntos de vistas con cierta flexibilidad, lo cual no significa que sean totalmente nuevos, sino a partir de la praxis observarlos desde una perspectiva reno-vada. Los fiscales tradicionalmente enfrentan el juicio oral según la preparación individual que cada uno posea y ello se ha basado con preferencia en el conocimiento del sumario o fase preparatoria del juicio oral, considerando que dominarla constituye la suprema clave para el éxito, lo cual no esta totalmente alejado de la realidad, pero no suficiente si carece de estrategias y conocimientos científicos. La etapa de debate en el juicio oral transcurre, entre otros trámites, sobre la base de la práctica de las pruebas propuestas por las partes y ello supone que constantemente se produzca un reacomodo su-cesivo de las tesis de ambas, porque aparecen nuevos elementos de prueba que sustituyen a otros ya existentes y lógicamente sustituyen también el criterio anterior de los jueces por otro nuevo, el cual a su vez podrá sustituirse por otro más nuevo en dependencia de las circunstancias de la percepción.