O presente texto aponta para a questão de como as formas diferentes e diferenciadas de saberes e conhecimento encontradas em um momento de colaboração no campo sócio-político são alimentadas, de tal forma que a ação sociopolítica seja apropriada ao tema, tendo assim um impacto político e transformador no mesmo campo. Para abordar esta questão é apresentada uma reflexão conceitual de um mestrado que começou a ser implementado ao mesmo tempo em Berlim, Alemanha e Oaxaca, no México. Esta proposta de estudo superior baseia-se, em essência, no que se entende por “pesquisa-ação participativa”. Propõe-se que esta, se baseie tanto na crise das ciências sociais e propondo que se substitua o "nacionalismo metodológico" e o "individualismo metodológico" pelo "espaço social" dando ênfase na sociologia do conhecimento e no derivado do "mundo social ". Isso deve basear-se em uma ética que permita que o conhecimento de todos os participantes de um processo participativo de pesquisa-ação seja validado como equivalente para que assim, gere colaborativamente um conhecimento que em sua essência é pedagógico e, portanto, político.
El presente texto apunta a la cuestión „como se logra que los diferentes y diferenciadas formas de saberes y conocimientos que se encuentren en un momento de colaboración en el campo socio-politico, se retroalimentan de tal manera que la acción socio-política sea apropiada al tema y que tenga así un impacto político y transformador en el mismo campo.“ Para acercarse a esta pregunta se presenta una reflexión conceptual de una maestría que se iniciara implementar al mismo tiempo en Berlín, Alemania y Oaxaca, México. Esta propuesta de estudio superior parte en su esencia de lo que se quiere decir con el término de ‘investigación–acción–participativa’. Se propone que ésta puede fundamentarse tanto en la crisis de las ciencias sociales y proponiendo que se sustituye el ‘nacionalismo metodológico’ y el ‘individualismo metodológico’ por lo del ‘espacio social’ haciendo hincapiés en la sociología de conocimiento y el derivado del ‘mundo social’. Esto tiene que ser encamado en una ética que permite que los conocimientos de todos los participantes de un proceso participativo de investigación-acción sea validado como equivalente para así generar colaborativamente un conocimiento que es su esencia es pedagógico y por ende político.