This article intends an approach to the formation of extractive enclaves in the Democratic Republic of the Congo, making a comparative study with the Republic of Angola, in order to account for the regional trends that make them similar, and the local particularities that distinguish their respective neoliberal insertions. The hypothesis of this work, taking the contributions of authors such as James Ferguson (2007), is that a paradigm has been installed since 1980 onwards in a large part of the African continent, which we call here "neo-extractivism", incorporating Maristella's model Svampa (2019), who thought about it for Latin America. While Ferguson focuses his analysis of neoliberalism in Africa on Angola, where he observes the installation of oil production qualitatively and spatially separated from the rest of society, and Svampa does so in relation to the concessions that both national-popular and neoliberal governments of the Latin American region have done to extractive companies, an additional nuance is proposed here. The Congolese case shows the imposition of a gap that separates the profits from exploitation from the state and its population, as in the Angolan case, but with a series of historical particularities that have combined the actions of militias, illegal routes, liberalization neoliberal and insertion of foreign capital. This syncretism has deprived the profits from strategic minerals from the local workers who exploit them and from the government in whose territory they lie underground. Both cases would be part of a broader capitalist reorganization that has been operating in the African continent from 1970 onwards, and that necessarily requires a comparative study, taking contributions from the analysis of the Latin American region, as part of the global South.
El presente artículo pretende una aproximación a la formación de enclaves extractivos en la República Democrática del Congo, haciendo un estudio comparativo con la República de Angola, en pos de dar cuenta de las tendencias regionales que les hacen similares, y las particularidades locales que singularizan sus respectivas inserciones neoliberales. La hipótesis de este trabajo, tomando los aportes de autores como James Ferguson (2007), es que se ha venido instalando un paradigma desde 1980 en adelante en gran parte del continente africano, que aquí denominamos como “neoextractivismo”, incorporando el modelo de Maristella Svampa (2019), que lo pensaba para América Latina. Mientras que Ferguson concentra su análisis del neoliberalismo en África en Angola, donde observa la instalación de una producción petrolífera cualitativa y espacialmente separada del resto de la sociedad, y Svampa lo hace en relación con las concesiones que tanto gobiernos nacional-populares como neoliberales de la región latinoamericana han hecho a las compañías extractivas, aquí se propone un matiz adicional. El caso congolés da cuenta de la imposición de una brecha que separa las ganancias de la explotación respecto al Estado y su población, como en el caso angoleño, pero con una serie de particularidades históricas que ha combinado el accionar de milicias, rutas ilegales, liberalización neoliberal e inserción de los capitales extranjeros. Este sincretismo ha privado de las ganancias de los minerales estratégicos a los trabajadores locales que los explotan y del gobierno en cuyo territorio se encuentran subterráneamente. Ambos casos formarían parte de una más amplia reorganización capitalista que ha venido operando en el continente africano desde 1970 en adelante, y que necesariamente requiere de un estudio comparativo, tomando aportes de los análisis de la región latinoamericana, en tanto parte del Sur global.