El lenguaje científico-técnico no es muy conocido por los alumnos de formación humanística, a pesar de que en la vida cotidiana es más frecuente de lo que podamos pensar: instrucciones de electrodomésticos, catálogos de ordenadores, artículos científicos en periódicos... El alumno de Humanidades que inicia sus estudios en la traducción científico-técnica, añade a los problemas puramente traductológicos los derivados de su desconocimiento de las características propias del texto científico-técnico, que requiere la utilización de técnicas diferentes desde el punto de vista de la traducción.