The political and economic influence of China on the African continent has historical roots that were consolidated in the second half of the twentieth century. Under the umbrella of trade relations, the Chinese government has exploited the political vacuum resulting from the breakdown of the USSR and the United States and Europe to provide source materials and energy in exchange for promoting the economic development of some countries such as Sudan, Zimbabwe and South Africa. In return, China assures itself of a new political and economic space, on which it exerts a hegemony that ensures the maintenance of its political and economic model on an international scale. These new relationships are a new way of understanding geopolitics, whose repercussions affect the didactic approaches to identity and territory which are explained from the relationship between social representations and school geography.
La influencia política y económica de China en el continente africano tiene unas raíces históricas que se consolidaron en la segunda mitad del siglo XX. Bajo el paraguas de las relaciones comerciales, el gobierno chino ha aprovechado el vacío político derivado de la desintegración de la antigua URSS, y de los Estados Unidos y Europa para proveerse de materias primas y energía, a cambio de fomentar el desarrollo económico de algunos países como Sudán, Zimbabue y Sudáfrica. A cambio, China se asegura un nuevo espacio político y económico, sobre el que ejerce una hegemonía que asegura el mantenimiento de su modelo político y económico a escala internacional. Estas nuevas relaciones suponen una nueva manera de entender la geopolítica, cuyas repercusiones afectan a los planteamientos didácticos sobre identidad y territorio que se explican desde la relación entre las representaciones sociales y la geografía escolar.